El leonés Pablo Castro Pinos, segundo español, protagonizó una extraordinaria competición

Por primera vez desde que la selección española de pesca de salmónidos mosca compite en los campeonatos del mundo ha conseguido un podio al lograr la medalla de bronce. Por delante de los españoles se clasificaba la selección francesa, plata, y la república Checa oro. Ambos equipos, especialmente el francés, han conseguido triunfos a lo largo de su dilatada presencia en el mundo de a competición. Un total de 21 países participaron en este campeonato celebrado en Portugal. Cada país presentaba una selección compuesta por cinco deportistas más un suplente. Además de la medalla de plata destaca el segundo puesto individual logrado por el pescador del País Vasco Jonathan Torralbo, asiduo visitante de los ríos de León, y el duodécimo conseguido por Pablo Castro Pinos. La posición de ambos fue determinante para conseguir la tercera posición a nivel de equipos.

La prueba se decidió a cinco mangas, tres de río sobre truchas comunes y dos de lago con predominio de truchas arco iris. La mayor dificultad consistía en que la densidad de salmónidos era mas bien escasa y de ahí que los ceros fuesen abundantes. Además y pese a que en estos campeonatos existe la obligación por parte de la organización de reservar los escenarios con al menos mes y medio de antelación, esto no se cumplió y de hecho tanto ríos como lagos se veían muy pescados. Otra de las quejas mas generalizadas fue el hecho de que entre unos ríos y otros existía una gran distancia, de forma que a veces era preciso utilizar hasta dos horas de autobús para llegar desde el hotel. Pese a todo el país anfitrión puso de manifiesto un gran voluntarismo por el hecho de acoger una prueba de esta envergadura.

Pescando en superficie Pese a que Castro Pinos es un pescador polivalente y de ahí su puesto en la selección nacional, quienes le conocen saben su predilección por la pesca a ninfa. En Portugal, sin embargo, tuvo que pescar casi siempre en superficie, utilizando imitaciones de saltamontes y escarabajos, insectos q ue difieren claramente de las moscas tradicionales que se utilizan en León. El hecho de que los ríos bajasen con muy poco caudal y de que las capturas se lograsen en aguas muertas o bien a la entrada de los pozos, fue determinante para utilizar este tipo de señuelos artificiales. Otras importantes selecciones como italianos o polacos quedaron relegados en la clasificación general. La adaptación al río y al tipo de insectos que habitan en sus márgenes es de vital importancia a la hora de conseguir éxitos en la pesca con mosca.

En este caso concreto Castro Pinos expresa su agradecimiento al Ayuntamiento de León, del que es funcionario en el cuerpo de bomberos, por las ayudas recibidas que le permitieron desplazarse hasta Portugal con unos días de antelación y entrenar adaptándose al medio natural específico. Además de su habilidad en la pesca Pablo, como casi todos los componentes del equipo nacional, es un experto montador de moscas, lo que le permite realizar sus propias imitaciones a la vista de la entomología acuática de la zona. El próximo año el campeonato del mundo se traslada a Finlandia, país que presenta unas condiciones magníficas para la pesca de salmónidos por su abundancia excepcional de ríos y, especialmente, lagos. El bombero ya ha logrado su clasificación por lo que estará presente en el país nórdico. La selección española ha ido mejorando de forma evidente en los últimos años, de forma que aspira a conseguir el oro. Esta sería la máxima aspiración de Pablo que ya desde hoy inicia su prepa ración para el próximo mundial.